Leonardo da Vinci es uno de los grandes genios del Renacimiento, destacando como artista, inventor y descubridor.
La capilla del Palacio Real de París fue edificada por Pierre de Montreuil durante el reinado de san Luis con un fin muy preciso: custodiar en su interior una de las reliquias más preciadas de la cristiandad, la corona de espinas de Jesucristo.
A veces se considera El Guernica, la contribución de Picasso al pabellón de la República española en París en 1937, como un hito final en sus relaciones con el surrealismo, aunque una obra como ésta se resiste a cualquier adscripción.
Descendiente de una familia de hidalgos, fue educado en las humanidades y las armas.
Dentro del estilo flamenco, este autor procedente de Holanda se desmarca completamente de su época e incluso de posteriores.
Para proteger el Pórtico de la Gloria de la ruina que le amenazaba, el Cabildo de la sede catedralicia compostelana mandó edificar una gran fachada, al mismo tiempo que procedía a completar la obra de una torre, gemela a la construida en el siglo XVII por José Peña de Toro y Domingo de Andrade.