Las interjecciones: ¡ea!, ¡bravo!, ¡zas!...
Las interjecciones no son partes específicas de la oración, sino que equivalen a una proposición completa. Se trata de palabras o expresiones breves que se escriben generalmente entre signos de admiración y tienen una significación emotiva o de sorpresa.
Existen tres tipos de interjecciones:
1.- Las interjecciones primarias, que consisten en una ordenación de fonemas sin relación con el léxico del idioma español, que se han incorporado no obstante al lenguaje diario pero solamente como interjecciones con sus correspondientes signos de exclamación: ¡ah!, ¡ay!, ¡bah!, ¡caramba!, ¡ea!, ¡hola!, ¡huy!, ¡olé!, ¡uf!, ¡ag!...
2.- Las interjecciones secundarias, que son palabras de diversos orígenes que por transposición se usan con intenciones expresivas diversas: ¡bravo!, ¡atención!, ¡socorro!, ¡Dios mío!, ¡viva!, ¡venga!, ¡vamos!, ¡arre!, ¡cómo!...
3.- Las onomatopeyas, que constituyen intentos de reproducir sumariamente por sus sonidos aquello que se trata de representar: ¡zas!, ¡pum!, ¡catapum!, ¡plaf!, ¡miau!, ¡guau!, ¡cri-cri!...